Xochitepec, “En el cerro de las flores”

Por: Javier Balbuena 

Cuenta la leyenda que en 1890 un habitante del pueblo de Santa Cruz Xochitepec, de Xochimilco, fue apresado en Tlalpan por haber salido después del toque de queda. Obligado a trabajar en el camino real a Cuernavaca, logró fugarse, siendo perseguido desde San Pedro Martir hasta la cima del Cerro de Xochitepec, donde se abrazó desesperadamente a una pequeña cruz que ahí se encontraba, pidiéndole protección. Cuál sería su sorpresa al ver que sus perseguidores pasaron junto a él sin verlo, logrando escapar definitivamente de ellos. En agradecimiento, puso una cruz monumental, con lo que se empezó a venerar desde entonces en ese pueblo a la Santa Cruz.

Xochitepec leyenda
Xochitepec

     Ubicado al sur de la ciudad de México, en la alcaldía de Xochimilco, se encuentra este lugar lleno de historia y cultura. Cerro sagrado desde tiempos prehispánicos debido a su relación con los rituales del agua, la lluvia, la fertilidad y el maíz; funcionó como sitio de observación astronómica, pues desde su cima, durante el solsticio de invierno (21 y 22 de diciembre), se puede ver el nacimiento de Huizilopochtli, dios Sol, que sale detrás del Popocatépetl, generando el efecto de que nace por el cráter del volcán. En este mismo sitio, Tlacaelel, señor de Tenochtitlán, alentó a sus guerreros a entrar a Xochimilco, como preludio a la batalla que sostendrían con los xochimilcas.

    El cerro de Xochitepec es muy distinguible desde casi cualquier punto en que te encuentres en Xochimilco, su mayor distintivo es que tiene en su cima una gran cruz de 8 metros de altura por 4 metros de ancho, adornada con flores y listones de colores que representan ofrendas y peticiones. Su forma, como dijera la investigadora Johana Broda, es la del árbol cósmico, que está ligado al agua, a la lluvia y al cultivo del maíz. Los habitantes del pueblo de Santa Cruz Xochitepec tienen su identidad muy arraigada al cerro, como dador de vida y elemento constituyente de su comunidad. Cada año, durante las festividades de la Santa Cruz, alrededor de 50 personas bajan la cruz monumental por las laderas del cerro hasta la iglesia del pueblo, en medio de un ambiente de alegría. La fiesta se mantiene durante el tiempo que la cruz permanece en la iglesia hasta que es nuevamente subida para ser colocada en la cima. 

Si un día tienes la oportunidad de visitar este hermoso lugar podrás constatar que se trata de un lugar místico, ya que ahí se encuentran y dialogan la cultura y la naturaleza de manera constante. Al subir por sus pendientes notarás que el ruido y la zozobra de la ciudad quedarán disminuidos por una tranquilidad relajante, que se verá maximizada si logras llegar a la cima, pues la vista que ofrece de la ciudad y sus alrededores es única. Ahí es cuando entenderás por qué es un sitio tan importante en la historia y cultura de Xochimilco, el cual merece respeto y cuidado para su preservación.

 

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